Blog taller “felicidad en el trabajo”, con la mano rota.

El 11 de noviembre del año pasado, me rompí la muñeca de mi mano derecha.

Once días después, el día 22, estaba dando este taller, que se llamó “Felicidad en el trabajo”.  Ya estaba programado y organizado para esa fecha, y no quise anularlo.

Hoy, después de casi 10 meses, he recuperado la mano en un 90%, queda un poquito todavía.

Ahora ya desde otra posición me preguntó ¿cómo lo hice?!, con coherencia, creo. Cuando de verdad honramos nuestros valores desde dentro, ellos se manifiestan en nuestro comportamiento de manera natural, y actúan incluso cuando uno está en modo semi-automático.

A los 11 días de la fractura, ahora me doy cuenta de que casi seguía en el proceso del trauma, esos momentos cuando uno sólo hace lo necesario para sobrevivir porque el resto del cuerpo está ocupado y centrado en recuperar esa parte que le falta, ¡cómo hacer la vida, de un día al otro, con una sola mano! Soy diestra!!, y temporalmente había perdido la mano que se ocupa de hacerlo casi todo. Y vivo sola.

Hasta ese momento, no me había dado cuenta lo duro que iba a resultar el día a día y el largo tiempo que iba a tomar la rehabilitación de un hueso roto, además del dolor continuo con el que hay que convivir.

Cuando hablo de coherencia, me refiero a esta parte del discurso que pronuncié al cierre de una parte del taller, y que quiero compartir con contigo:

“A pesar de que no podemos controlar lo que sucede en nuestra vida, sí que podemos controlar o poner consciencia en cómo experimentamos lo que nos sucede.

 

Todos en algún momento de nuestra vida, nos encontraremos con un reto inmenso que afrontar. Podría ser la pérdida de un trabajo, de la salud o incluso de un ser amado. A veces hay cosas que ocurren y que están fuera de nuestro control y que nos hunden. Pero el estrés, la ira o la tristeza que podemos llegar a sentir, no es causado por los hechos en sí mismos, sino por el significado que nosotros les damos a los hechos.

 

Por supuesto, las cosas horribles que pueden llegar a ocurrir son reales. Pero la pregunta que nos podemos hacer es la siguiente: ¿cómo voy a permitir que estos hechos modelen mi vida? ¿voy a permitir que me destroce, o voy a usarlos para fortalecerme y que ilumine mi camino en la vida?

 

Lo importante es qué significado vas a dar a los eventos que experimentes en tu vida. 

Porque cuando encontramos un nuevo significado, podemos obtener una nueva perspectiva, y eso puede conducirnos a una nueva vida.”

Hoy por hoy casi soy ambidiestra y estoy muy feliz de compartir la alegría que me llena al decirte, que no sólo hice ese taller, sino que además conseguí lanzar el proyecto de mi vida funcionando con una sola mano, seguí adelante con el día a día de mi vida. La mano derecha quería ayudar como podía, quería involucrarse incluso de manera involuntaria. Ha sido muy duro pero un proceso lleno de amor y cuidado hacia mí misma; lo que me ha fortalecido en todos los sentidos.

Hoy valoro muchísimo más la salud integral de mi cuerpo y mente, y el Alma, que ha estado allí dando su aliento de vida. Gracias mil veces.

 

Leticia Morales